Resumen:
Introducción Una conducta sexual de riesgo se define como aquella que mediante la
exposición sexual puede generar daños a la salud propia o a la de otras personas. Las
conductas sexuales de riesgo entre los adolescentes, definidas como: iniciación sexual
temprana, relaciones sexuales sin protección o relaciones sexuales con parejas
múltiples, son un área importante de preocupación para la salud pública debido a las
muchas consecuencias negativas que tienen asociadas, como son los embarazos no
deseados, los abortos inseguros y las infecciones de transmisión sexual (ITS), incluido
el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH).
El monitoreo parental es la práctica parental más comúnmente estudiada en relación
con el comportamiento de riesgo sexual en adolescentes. El monitoreo incide en la
actividad sexual, al restringir las oportunidades de los adolescentes para participar en
conductas de riesgo, así como también al limitar su contacto con pares o amigos que
presenten alta probabilidad de participar en ellas